jueves, 13 de septiembre de 2012

Estado Actual de la Educación en la República Dominicana

Perspectivas de los avances de la educación en la República Dominicana


La educación en la actualidad es un derecho humano fundamental y ampliamente reconocido por la mayoría de las constituciones y la nuestra no escapa de ello, ya que en los textos internacionales relativos a los derechos humanos que protege a la niñez así lo tiene estipulado. Pero además de consistir en un derecho social fundamental, la educación es un instrumento esencial para el progreso y desarrollo de las naciones.
Para arribar a esta concepción del derecho a la educación que “orgullosamente” plasmamos en nuestra Constitución, nuestro modelo de educación se ha visto empapado de situaciones que le suman y restan a este derecho que nos corresponde y que aún está en espera de convertirse en la realidad ejemplar de las demás naciones de América Latina. 

La educación, se ha convertido en el tema del día a día, tema que ocupa los periódicos y diferentes programas de televisión, desde lo que es el desayuno escolar, el horario de tanda extendida, la preparación de los docentes, el inmobiliario académico; incluyendo los protagonistas del sector: estudiantes, docentes, colegios, escuelas, autoridades disciplinarias y el “bolsillo de los padres”, todos actúan en esta contienda por la educación. La baja inversión en la educación del país se considera la causa de los resultados que se obtienen en los principales indicadores educativos, principalmente en lo que se refiere a la permanencia de los alumnos hasta el término de la educación básica, lo cual lograra solo el 53% de los que ingresan y la baja calidad de la educación que reciben los alumnos  en las aulas, medidos por las Pruebas Nacionales, los diagnósticos de ingreso a las universidades y mediciones internacionales en las que el país participa.

Buscando el cumplimiento que expresa nuestra Carta Magna sobre la asignación del 4% del PIB a la educación, surgió la Coalición Educación Digna (CDE) que instó un acuerdo con los candidatos políticos para que pactaran y se comprometieran a la aplicación del mismo,  a la lucha se han sumado varias personalidades del ámbito artístico, político y empresarial.

El modelo socio-económico de algunos países del Sudamérica que sirven como modelo a nuestra nación asignan un PIB más alto para la educación, en este caso citaremos la situación de Brasil, que asigna un  10%  del PIB a la educación;  es el país de la región con mayor desarrollo económico registrado. Colombia no se escapa de los estándares, este país del que obtenemos el modelo de la Seguridad Social, designa un 5,7%  a la educación, posee un plan de competencia para sus educadores y autoridades que validen la eficacia del proceso, detalles que debemos tomar en cuenta para nuestro régimen educativo.

El Informe de Seguimiento de la Educación Básica para todos, publicado por la UNESCO este año presenta que “los países en el que el número de niños escolarizados en primaria aumentó en proporción considerable son los que tienden por regla general, a incrementar el porcentaje de su Producto Nacional Bruto dedicado al gasto en educación”. En este sentido, si bien el gasto reservado para financiar la educación pública en República Dominicana durante el 2008, equivalente al 10.4% del gasto total, es ligeramente superior al Presupuesto del 2007, el mismo está por debajo del promedio de América Latina. En la Región de El Caribe, en particular, el promedio del PBI destinado al sector es superior al 5%. Sólo República Dominicana y Haití invierten por debajo del 3%. La baja inversión en la educación del país es la principal causa de los precarios resultados que  se obtienen en los principales indicadores educativos, principalmente, en lo que se refiere a la permanencia de los alumnos hasta el término de la educación básica, lo cual logra tan solo el 53% de los que ingresan y la baja calidad de la educación que reciben los alumnos en las aulas, medidos por las Pruebas Nacionales, los diagnósticos de ingreso a las universidades y mediciones internacionales en lasque el país participa.

Revertir esta tendencia debe ser una de las principales preocupaciones del liderazgo nacional. Se requiere de un amplio consenso orientado a convertir la educación nacional en el principal foco de atención de los poderes públicos y de la sociedad en general. Para ello es conveniente despolitizar al sector educativo, es decir, que las decisiones sobre el sector sean adoptadas por su potencial impacto en la superación de las limitaciones que presenta y no por los beneficios políticos que pueda reportarle al grupo en el poder. Esto es fundamental sobre todo en lo que se refiere a la gestión de los recursos humanos que deben ser seleccionados sobre la base de su capacidad y no por vinculaciones políticas o familiares. Contrario a esta visión, con cada cambio de gestión gubernamental se produce la salida masiva de los gestores del sistema los cuales son sustituidos por personas sin experiencia y la formación necesaria. Así, la memoria institucional  se pierde y el desarrollo de los proyectos en curso sufren verdaderos retrasos o se estancan definitivamente.

La sociedad como un todo debe reclamar  un mayor presupuesto para la educación nacional y un pacto de largo plazo, digamos a 20años, en base a un plan estratégico de desarrollo en el cual se establezcan las metas previamente consensuadas que debe lograr el sistema educativo durante ese tiempo. Naturalmente, también en ese plan se debe establecer la necesaria despolitización de la gestión educativa para garantizar el éxito del mismo.

Nuestro presidente electo Danilo Medica  ha ratificado su palabra al asumir el compromiso del 4%, afirmando que: “Honraremos nuestro compromiso”.

Esto se está reflejando en el plan “Quisqueya Aprende Contigo”, para lograr la alfabetización de todos los mayores de 15 años, que suman 700,000 personas, el presidente Medina no solamente complace un anhelo del país sino que cumple una de las metas de su programa de gobierno.

El plan elaborado por Medina y su equipo en los últimos 2 años, estaría llamado no solamente a resolver el problema de la alfabetización sino a  sacar de de la miseria espiritual a muchas de las personas que por no saber leer o escribir no consiguen trabajo.

El analfabetismo es una de las formas de reproducción de la pobreza y la exclusión social, el propósito de la campaña de alfabetización es que antes del año 2014, cuando concluya la gestión gubernamental, se haya conseguido la meta y el país pueda ser declarado por las Naciones Unidas como libre de analfabetismo, un hito que han obtenido varios países, recientemente Bolivia. 

El país está dando pasos lentos pero firmes con la implementación de un sistema de educación más sólido y con mejores resultados, esto lo demuestra el apego al 4% destinado al sector.

Cabe resaltar que en los últimos 10 años se han realizado grandes esfuerzos por insertar las tecnologías de la información y la comunicación en el sistema de la educación general. En ese sentido, se han instalado laboratorios en los centros, se han creado programas especiales para que los profesores adquieran computadoras y se han llevado a cabo programas de formación para que los docentes aprendan a usar las TIC en el desarrollo del currículo.

El Ministerio de Educación ha venido ejecutando un exitoso programa de textos escolares que ha contribuido con el desarrollo curricular en el aula. Los libros son enviados a los Distritos Escolares y estos los distribuyen entre las escuelas.

También se ha de implementar el horario extendido para los niveles de Básica y Media, a 8 horas, para ayudar a los padres que están trabajando y carecen de una persona que los cuide, a ello se le suman las guarderías infantiles, donde cuidan a los niños, les promueven el habla a temprana edad.


Según datos de la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL), registrados en el estudio “Deserción escolar, un obstáculo para el logro de los Objetivos de Desarrollo para el Milenio” realizado en 1999, las tasas de deserción en Argentina, Chile y Panamá fueron de 8.2 para el nivel básico y 11.2 para el nivel medio. Para El Salvador, Guatemala y Nicaragua fue de 11.9 para el nivel básico y 11.1 para el nivel medio. Para Brasil, Colombia y Perú fue de 16.1 para el nivel básico y 11.5 para el nivel medio. México, Bolivia y Honduras obtuvieron un 30.7 en el nivel básico y 31.2 en el nivel medio. Para los cuatro grupos de países señalados la tasa de deserción global  fue de 20.7, 34.7, 42.1 y 67.1, respectivamente. Para la República Dominicana, dicho estudio señala que la deserción a nivel básico en el segmento urbano es de 4% y de 2% a nivel rural. La tasa global de deserción fue de 19% en el segmento urbano, sólo por encima de Perú, Chile y Bolivia. A nivel rural fue la más baja de América Latina con 28% . En el año lectivo 2000-2001 la deserción  para el nivel básico y medio fue de 6.90% y de 11.20%, respectiva-mente ; ya en el período 2005-2006 se ubicaba en un 6.40% para el nivel básico y 8.80% para el nivel medio. 

En el caso de la educación rural, en donde los problemas de equidad son más complejos, para el rango entre 6 y 18 años, el país tiene el nivel de cobertura más alto de América Latina.


El incremento de la cobertura se ha dado en medio de grandes limitaciones; en los últimos 36 años el país ha tenido el más rápido crecimiento de América Latina, pero su gasto en educación ha sido menos de la mitad del gasto regional y menos de la tercera parte del gasto en educación entre los países insulares del Caribe. Desde 1970 el gasto anual en educación en la República Dominicana no había superado el 3% del PIB. 

Los índices de eficiencia del sistema mejoraron notablemente durante los noventa y se estabilizan en la presente década. Sin embargo, todavía existe una diferencia importante entre el número de años de inscripción en la escuela y los años de escolaridad, la cual se explica por los índices repetitivos y abandono que caracterizan el sistema. Esos índices repetitivos y el abandono, nos conducen a altas tasas de sobre edad y bajas tasas de graduación. En la actualidad se están aplicando estrategias específicas para superar tal situación. 

Con la designación del 4% muchos sectores tienen perspectivas encontradas, algunos creen que la solución está en ello, otros piensan q este es el inicio de un largo camino pues falta una preparación constante en el capital humano, y otros no creen ni tienen fe en que esto se mantendrá.

Es deber de todos los gremios, desde el dominicano más humilde hasta el más promisorio, aportar para que la Educación Dominica se convierta en un emblema de orgullo, en pilar de la nación, en un país que dejará de estar en vías de desarrollo para convertirse en un país desarrollado.


 Aquí les mostramos un vídeo de la entrevista realizada al profesor Arturo Liriano Liriano



COLABORADORES:

2009.0991Reyes DuránBethy Leticia
2009.1466De la Cruz CarpioAwilda Ivette
2010.0010Astacio RodriguezRaysa Madeline
2010.0875Abad BritoMelissa Milagros
2010.1137Plasencia HernandezGerarado
2010.1138Plasencia HernandezJosé


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